miércoles, 14 de diciembre de 2011

Pigmeos


Al grupo hoy además han subido un carta de opinión que hablaba de un sector que definen como "pigmeos" en el sentido de cortos, cortos de vista emocional o como lo quieran llamar. Bien podría haberme dado por aludida y entrar a su juego, pero es algo que ya no haré. Lo que haré sera sacar lo positivo de cada "critica". Y esta vez he aprendido sobre los pigmeos. Y más que utilizar su nombre despectivamente deberíamos hacer más por ellos, que de seguro tienen mucho que enseñarnos.

Pigmeos (del griego πυγμαιος, pygmaios, "de pequeño tamaño") es el término usado para referirse a una serie de grupos humanos que viven en selvas ecuatoriales africanas y que se caracterizan por su baja estatura.

Cazan con redes y flechas, recolectan frutas, tubérculos y mile y además practican intercambios con los pueblos vecinos y algunos trabajan para esos vecinos, de quienes en la mayoría de los casos han adoptado el idioma. Existen algunas palabras comunes para las tribus pigmeas africana, aun las más separadas, lo que indica que en el pasado podrían haber tenido una lengua común. Una de esas palabras es el nombre del espíritu de la selva, Jengi.

Por evidencia genética, se estima que sería la divergencia humana más antigua luego de la de los khoisán.

Los pigmeos africanos son particularmente conocidos por su música vocal.

Han sufrido esclavitud, genocidios y discriminaciones que continuan hasta nuestros días.

Históricamente los pigmeos siempre han sido considerados inferiores por las autoridades coloniales y los pueblos bantu que viven en las ciudades. Esto ha producido una discriminación atroz. Un ejemplo temprano se produjo cuando las autoridades coloniales belgas capturaron a niños pigmeos y los enviaron a parques zoológicos de toda Europa, e incluso a la exposición internacional de Estados Unidos en 1907. Muchas veces los pigmeos son expulsados y hacen los trabajos peor pagados. Muchos estados africanos no consideran a los pigmeos como ciudadanos y les niegan carnés de identidad, títulos de propiedad, asistencia sanitaria y educación adecuada. La política de los gobiernos y las corporaciones multinacionales involucradas en la deforestación masiva han agravado este problema, porque han expulsados a los pigmeos de su tierra ancestral y muchas veces los han trasladados a pueblos y ciudades donde muchas veces están marginalizados, empobrecidos y brutalizados. Allí trabajan en empleos ocasionales o en granjas comerciales.

La explotación sexual de mujeres indígenas se ha convertido en un hecho común. La tala ha reforzado el sexo comercial, porque muchas veces viven grupos grandes de trabajadores en campamentos cerca de comunidades pigmeas. Hay una creencia bastante común en esta parte de África que dice que tener sexo con una mujer pigmea tiene el poder de limpiar al hombre de VIH/SIDA. Este mito expone a estas mujeres a un riesgo grande.

A pesar de estos riesgos, en general las poblaciones pigmeas tienen poco acceso a servicios sanitarios e información sobre el VIH/SIDA. Incluso donde existen instalaciones sanitarias, muchos no acuden a ellas, porque no pueden pagar las consultas y medicinas, no tienen los documentos o carnés de identidad que necesitan para viajar o para obtener tratamiento en un hospital o están sometidos a un tratamiento humillante y discriminatorio.

Hoy en día viven todavía unos 500.000 pigmeos en la selva tropical de África Central. Esta población está disminuyendo rápidamente, porque la pobreza, el matrimonio con los bantu, la occidentalización y la deforestación destruyen su forma de vida, cultura e identidad étnica.


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